viernes, 14 de octubre de 2011

On the Road

  Hola a todos: tras un par de días de silencio, vida y carretera os invitamos a compartir el inicio de la ruta por la Carretera Madre (pomposo nombre con el que denominaron a la 66 los propios americanos)
  Tras un par de infructuosos intentos de encontrar el inicio de la ruta por las calles de Chicago y tras muchas vueltas a su congestionado centro conseguimos dar con el rótulo que anuncia orgulloso el inicio de la antigua ruta 66. Inmortalizamos como se merece dicho momento y salimos por la autopista en busca de los retazos de la original carretera que se hallan entre Chicago y San Luis.



  Cada señal que nos advertía de un nuevo tramo de la "Historic Illinois US 66 Route" nos emocionaba y nos llenaba de alegría.






  Hay un largo trecho entre Chicago y San Luis que recorrimos con los ojos abiertos, las mentes despiertas y la ilusión de un largo proyecto que se iba haciendo realidad milla a milla.
  Comenzamos a cruzarnos con inmensos camiones y a vislumbrar a los primeros moteros montados en sus espectaculares Harley-Davidsons.


   Pasaron a nuestro alrededor infinitos campos de maizales ya secos, grandes extensiones de verdes praderas y florestas cada vez más escasas salpicadas de pequeños pueblos iluminados por el suave y amable sol del otoño.
  Cada vez que nuestro coche se cruzaba con algún punto marcado con el rótulo de la 66 se celebraba como si fuera un auténtico acontecimiento. El momento era acogido con grandes muestras de entusiasmo, disparos de cámaras y paradas intermitentes para estirar las piernas y disfrutar del aroma de la hierba recién cortada (qué grandes y diligentes jardineros tiene este país)
  Poco a poco el coche se fue fusionando con el asfalto y los tres viajeros comenzamos a ser un todo con la carretera, recta, vieja e infinita y auténticamente nueva para nuestros ávidos ojos.
  San Luis se adivinaba lejos y queríamos aprovechar cada instante para capturarlo en la retina y conservarlo limpio y fresco en la memoria.
  A pesar de haber salido de Chicago con un día azul radiante a medida que avanzábamos hacia el sur el cielo comenzó a ennegrecerse rápidamente y en un instante comenzó a caer una tormenta en medio de la llanura que lejos de preocuparnos disfrutamos agradecidos ante el imponente cambio de luz.
  
  Tras el intenso chaparrón tuvimos la recompensa de ver un cielo limpio y fresco que comenzaba a teñirse de malvas y celestes ante la inminente puesta de sol.



  Llegamos completamente de noche al final del tramo de la 66 que ya han cortado ante el mal estado del firme y enfilamos hacia San Luis donde hemos pasado un par de días muy especiales que compartiremos muy pronto con vosotros.
  


 C&A (+J)  

1 comentario:

  1. Guauuuu!!!
    Que emoción, porqué será que esos dos números 66, provocan tal excitación, es como haber alcanzado un sueño, ese sueño perdido que crees que nunca lograrás hacer, y finalmente se consigue.
    Si, si, comprendo la excitación cada vez que aparece el 66 en la carretera.
    Seguro que haría lo mismo.
    Mucho ojo en la carretera y no os dejéis distraer por alguna motera con cortos pantalones tejanos....yeahhhhh
    Cuidaros

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