sábado, 5 de noviembre de 2011

A través del "Big Sur"


  Ya llegamos a la última etapa que en nuestro viaje hacemos por carretera. Nuestra meta se ha cumplido y nos hallamos en Los Angeles un día antes de partir en avión hacia Boston (ya nos vamos preparando para el cambio de temperatura que se nos avecina)
  La última etapa del viaje, San Francisco-Los Ángeles, la hemos cubierto costeando el océano pacífico y deteniéndonos en multitud de puntos interesantes. Tanta parada y la gran distancia que separa ambas ciudades hizo que, a pesar de salir a las ocho de la mañana, no llegáramos hasta las once y media de la noche.
  El día volvió a acompañarnos soleado y completo de cálidos verdes y azules. Despedimos al viejo Golden Gate y nos dirigimos a la carretera de la costa, la primera de los USA. Las carreteras que recorren el país de norte a sur son impares (I 45, US 101) y las que lo hacen de este a oeste son las pares (por ejemplo nuestra famosa Route 66) Al no haber otra carretera más al oeste (va bordeando el pacífico) la nuestra era la US 1







  Las montañas que parecen tapadas por una gran manta verde dan paso a los primeros miradores sobre la costa. Desde ellos observamos el océano enfurecido rompiendo contra las rocas mientras el aire riza las olas que forman en sus crestas fugaces arco iris. La visión del mar infinito consigue relajarnos y el aire salado nos devuelve las fuerzas que creíamos haber perdido.







  Viajamos por interminables curvas atravesando pueblos como Daly City, Santa Cruz, la Bahía de la media luna, Río del Mar o Castroville, llegando a la bahía de Monterrey donde comienza el denominado "Big Sur" 150 kilómetros de carreteras serpenteantes pegadas al mar y a extensos parques naturales.















  En las rocas junto al mar y en los arenales cercanos crece uno de los pocos árboles que soportan el rocío salino de la mañana y los impresionantes vientos de mar adentro. Se trata del Ciprés Monterrey, una especie autóctona que desarrolla curiosas formas en sus copas por la acción incesante del viento del pacífico. 







  Poco más adelante, en el "Pidgeon Point" nos espera la visión de un mar azul profundo golpeando las rocas de un acantilado. En su cima se alza un precioso faro cercado por una valla blanca de madera que contrasta con el verdor de la hierba y el azul del cielo.




  Uno de los principales atractivos del camino es el "Point Lobos", un parque forestal que guarda un secreto. Estacionalmente vive una colonia de focas y en la "Whalers Cove" (cala de los balleneros) pudimos observar a una de ellas retozando en el mar mientras a su alrededor caían decenas de pelícanos lanzándose a plomo desde el cielo en busca de su almuerzo.












  Más adelante no podemos evitar pararnos para contemplar el "Bixby Creek Bridge" un puente que salva una enorme altura entre las dos paredes de un cañón. Es uno de los puentes de un solo ojo más largos de los Estados Unidos.









  Aunque se nos hacía tarde aún teníamos una maravilla que ver guardada en la manga. En el "Julia Pfeiffer Burns State Park" un río discurre por un cañón y desaparece entre los árboles del bosque. 


  Un sendero cercano te lleva a un balcón natural sobre el mar en el que vuelves a ver aparecer el río perdido. La vista es impresionante, el agua sale del cañón veinte metros por encima del nivel del mar en una preciosa cascada que aterriza directamente en la playa. Un fantástico espectáculo que no nos cansamos de contemplar.









  El sol está cayendo y apenas hemos pasado los pueblos de Big Sur, Lucía y  San Simeón. Detenemos el coche para preparar nuestro primer atardecer en el Pacífico. Colocamos la cámara de vídeo, ajustamos nuestras cámaras de fotos y volvemos a presenciar en directo y en silencio -pensando cada uno en las personas con quien nos gustaría compartirlo- cómo la perfecta esfera dorada se hunde una vez más en las frías aguas del océano.








  El resto del viaje, ya anochecido y con un gran camino por delante, nos turnamos en la conducción del veloz Mustang que nos llevó raudo rumbo a Los Ángeles.


  C&A

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