viernes, 11 de noviembre de 2011

Bienvenidos a Nueva York

  Muy buenas a todos. Estamos apurando nuestros últimos días de viaje disfrutando de las bondades de la ciudad de Nueva York.
  Nuestro "domicilio" es una habitación con dos camas, cocina y baño compartido situado en un edificio en pleno Harlem.



  Llegamos con nuestras maletas, bolsas y mochilas a Penn Station y desde allí cogimos el metro que nos dejó en la calle 125 con Lenox Av. Luego paseo cargados como mulas hasta la 128 entre la Quinta y Madison para llegar a nuestro destino.
  En el barrio no hay muchos blancos precisamente, pero con cierta precaución en principio no parece especialmente problemático.
  Teníamos reservada la entrada al "Memorial 9/11" para la mañana siguiente y tras hacernos con nuestros bonos de metro semanales salimos hacia el downtown de Manhattan y decidimos coger primero el Ferry de Staten Island. Un viaje gratuito que todo el mundo hace de ida y vuelta para tener grandes panorámicas del skyline y de la estatua de la libertad.










  Staten Island es uno de los cinco grandes barrios en que se divide la ciudad de Nueva York. Aunque está continuamente frecuentado por miles de turistas casi ninguno se queda más que el tiempo justo de salir del ferry, dar la vuelta y volverse en el siguiente. Los otros grandes barrios son Bronx, Queens, Brooklyn y por supuesto Manhattan que es donde los turistas pasan el 95 % de su estancia en la ciudad.
  En el muelle se anunciaba que esa instalación estaba en nivel 1 de alerta. Vimos a varios policías con perros entre la gente y un par de lanchas motoras con un tipo en proa metralleta en ristre iba abriendo paso al Ferry en todo su recorrido.



  El metro es una opción excepcional para desplazarse y controlar aquellos trenes "express" que van mucho más rápidos al no parar en todas las estaciones es esencial para ahorrar un tiempo precioso.
  Tras abandonar el ferry nos acercamos hacia el memorial que inauguraron el pasado 11 de septiembre dando primero un paseo por Wall Street donde pudimos observar que la famosa estatua del toro ha sido vallada tras apropiarse los de Intereconomía del símbolo y ante los desmanes del populacho.




  En el distrito financiero paseamos entre limusinas y gentes con traje y maletín y nos acercamos al lugar donde se levantaban las torres gemelas antes del tremendo atentado terrorista. Pasamos por la tranquila y silenciosa Trinity Church con su pequeño cementerio y nos unimos a los turistas que esperaban para entrar en el 9/11 Memorial Site. 




  El día se había levantado una vez más soleado y brillante y los jardines adyacentes estaban inundados de verdes, amarillos y dorados, pero al ir acercándonos a la piscina que se levanta en lo que eran los cimientos de la Torre Sur comenzamos a sentir un enorme respeto y un cierto frío. 




  La piscina en la que caen por sus cuatro paredes unas grandes cortinas de agua tiene un gran agujero cuadrado en el centro por el que esa misma agua va desapareciendo. 






  Alrededor de la piscina en un acero negro y frío están esculpidos los nombres de todas las personas que fallecieron en los atentados del 11 de septiembre además de los que murieron el 26 febrero de 1993 por la explosión de una bomba en la Torre Sur.







  Nos sentimos de repente muy tristes y solo pudimos intercambiar mudas preguntas sobre la barbarie y el sinsentido de tanta muerte inútil. La piscina de la Torre Norte, repleta a su vez de miles de nombres de personas de todas las razas, volvió a entristecernos. 










  Del complejo de edificios que está previsto se construyan en la zona solo el de 51 plantas está completo. Los 541 metros del One World Trade Center o Torre de la Libertad siguen avanzando poco a poco y se prevé esté listo para su inauguración en 2013.















  Nuestra siguiente visita era el puente de Brooklyn. Atravesarlo caminando es una de las actividades que un visitante no puede perderse en Nueva York. Cruzar el East River desde el sur de Manhattan hasta el barrio vecino es una delicia y más cuando el frío lejos de querer tomar la ciudad, como ocurrió hace un par de semanas, parece que está dando un respiro y las temperaturas son ideales. La parte del puente más cercana a Brooklyn está ahora tapada porque están restaurando y repintando la vieja construcción, un prodigio de ingeniería de finales del siglo XIX.








  Una vez llegados al final del puente y bajando al "Brooklyn Bridge Park" podemos observar tanto este puente como el Manhattan Bridge. 





  Desde aquí y siguiendo un pequeño muelle contemplamos algunas de las más hermosas perspectivas del puente -recreadas en decenas de películas- y una impresionante panorámica de los rascacielos de Nueva York. 





  Con estas vistas decidimos esperar al atardecer -el sol se pone exactamente a las cinco menos cuarto de la tarde- y experimentamos una vez más el silencio y la paz que ciertos lugares del mundo poseen. Algo intangible, como una magia especial que relaja y sosiega el alma. 








  Vimos hundirse el sol lentamente al oeste, tras el río Hudson, con la imagen a contraluz de la estatua de la libertad despidiéndose de él.

  Besos a todos

  C&A
  

3 comentarios:

  1. Esto ya roza la locura, no me puedo creer las fotos las hagas tú. He intentado cientos de veces captar com mi cámara una puesta de sol y no lo he conseguido. Por ello, la próxima vez que te vengas para Barna, prepárate para hacerme una pequeña clase magistral sobre fotografía urbana. De verdad genial las fotos.....
    En fin...seguir viendo el perfil de Manhatan sin las dos torres gemelas me sigue entristeciendo, me parece imposible que ya no estén... entiendo lo sobrecogedor que tienes que ser ver es recinto....
    Pero no nos pongamos melancólicos, y disfrutemos de esa puesta de sol que merece realmente un gran suspiro....ya que parece imposible que la capital financiera y ciudad más nerviosa del mundo, pueda verse esa puesta de sol que me causa visualmente una gran paz interior. Qué contrasentido no?

    Muchos besos

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  2. Bueno, ya se va acercando la hora fatídica, o teneis ganas de volver?. Yo a estas alturas ya estaría muerta del cansancio.
    En casa ya tenemos ganas de verte, cuidaros y que tengais un buen viaje de vuelta
    xox

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  3. Hello brother.
    Llegado este punto, creo llegado el momento de intervenir antes de que concluyan las peripecias de los dos/tres chalados que tanto nos han entretenido, divertido, emocionado e ilustrado con sus correrías.
    Veo que la vuelta de los hijos de la piel de toro al Nuevo Mundo no ha sido en vano. La vena informativa fluye abundante. Aventureros, pendencieros, juerguistas... Voto a bríos que nada de lo contado me ha sorprendido salvo en lo relativo al despliegue físico, demostrado en las múltiples exploraciones, al que atónitos hemos asistido convenientemente ilustrado en vuestras sucesivas misivas.
    En cualquier caso, se ha echado en falta mayor despliegue de detalles en los CONTACTOS con los/las indígenas. Entiendo que en un foro serio como este, no sea posible aumentar el nivel de detalle...
    Desde estas tierras os hacemos llegar sana envidia, grandes abrazos, deseos de un feliz final y regreso y a fe mía que os conmino hermanos a llevar a cabo la promesa que los brothers tenemos pendiente.
    Saludos.
    VGM.

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